jueves, 3 de marzo de 2011

¿“Ética” o “Etiqueta” Verde?

El día miércoles de esta semana, varios de mis compañeros y yo aprovechamos que nos dieron el día libre para asistir al evento que se realiza en el Centro Banamex, llamado Tourism and Events Going Green TEEG Conference & EXPO 2011. Un evento dirigido a empresas o sectores turísticos cuyos objetivos sean desarrollar una producción y consumo sustentable, o bien, como ahora esta de moda decir “amigables con el medio ambiente”. Entre los muchos stands presentados se encontraban algunos destinos verdes (Ecoturismo); cadenas hoteleras con propuestas sustentables; venta de productos de limpieza que tienen menor impacto ambiental; calentadores solares; utensilios como vasos, cucharas y platos hechos con fécula de maíz; entre otras. Todas las propuestas que se presentaron en la Expo van enfocadas a que las empresas, ya sea hotelera, turismo, restaurantes, así como de otros sectores,  que busquen establecer nuevas tecnologías tengan un impacto mucho menor al medio ambiente e incluso que promuevan esta “cultura ambiental” a la sociedad.

A pesar de que las propuestas hechas por cada uno de los expositores dentro de esta convención sean, en el discurso, con fines de apoyar el medio ambiente y tratar de frenar el cambio climático, es inevitable haber criticado de alguna forma todas y cada una de las estrategias propuestas. Debido a la formación académica que tenemos, para mí, fue inevitable pensar en que el apoyar al ambiente ya no es sólo por ser altruista o buen ciudadano. El ser verde se ha convertido en una estrategia publicitaria. ¿Cuándo en unos años atrás hubiéramos pensado el proponer que los huéspedes usen las sábanas o las toallas más de una vez, para que así se tuviera menor impacto ambiental? La verdad creo que ésta es una propuesta muy interesante de ´City Express Hoteles´, sin embargo, tanto ésta como otras presentadas en el Expo tiene su lado macabro, con puros objetivos de lucro.

Hoy en día el “ser verde” esta de moda, y resulta que nos sale más caro consumir productos reciclados que nuevos. Te hace una persona más “chic” el portar una bolsa biodegradable que una de plástico, de tela o de otro material, simplemente por que lleva un eslogan muy bonito con tonos verdes que dice que no impacta o tiene menor impacto al medio ambiente, que se degrada en menor tiempo que una normal, o simplemente que con la compra de cada bolsa la empresa responsable esta plantando “n” cantidad de arboles “en pro de la madre tierra”. En general, estamos siendo victimas de las “Etiquetas Verdes” bajo el discurso de una “Ética Verde”.

No estoy totalmente en contra de estas empresas que promueven un desarrollo sustentable aprovechando lo que nos da la misma tierra. De hecho estoy a favor de que se implanten estas medidas como el usar calentadores solares en casas y hoteles o uso de losa biodegradable, las cuales formen en la sociedad civil una conciencia ecológica empezando desde ahorrar agua, separar y tirar basura, como otras básicas. Pero estoy en contra de que se use como medida lucrativa la imagen de una etiqueta verde, ya que hay muchas de éstas, ya sean oficiales y no oficiales. Las etiquetas verdes son en sí las que caracterizan a ciertos productos porque en su elaboración y reciclado producen un menor impacto sobre el medio ambiente debido a que cumplen una serie de criterios ecológicos. No obstante, hoy en día muchas empresas mediante slogans nos presentan sus mercancías con dichas etiquetas ecológicas, haciendo creer que el producto que nos presentan no tiene tanto impacto ecológico en su preparación, pero en realidad nos están vendiendo una imagen, una filosofía de “ética ambiental”, pero que tras esa argumentación sólo la empresa se enriquece ante la ingenuidad de la sociedad al no distinguir si en verdad se esta ayudando al ambiente o se es nuevamente victima de una bolsa ecológica de una “empresa pro ambientalista”.

Así como las “bolsas ecológicas”, se tiene una infinidad de productos en el mercado con una argumentación pro ambiental (un ejemplo actual es la nueva imagen de Danonino, como medida de atracción hacia los niños), y la misión de todos nosotros es distinguir cuáles en verdad ayudan y cuáles no, así como las acciones que debemos de emprender para mejorar. Espero que las empresas expositoras como todos los visitantes de esta Expo, tengan un compromiso firme hacia el planeta y la sociedad mundial, las primeras con lo que nos están promocionando, y las segundas en la manera en que utilizan estas estrategias ecológicas.

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