Un choque de emociones y sentimientos, son algunas de las cosas más horribles que te pueden llegar a pasar en plena temporada de “fin de semestre”. Entre las más comunes son: el dejar abrir de nuevo tu corazón y después decepcionarte por esa persona; pensar que tu suerte académica seguirá andando en popa, pero de un momento a otro algo lo arruina; esperar recibir ese abrazó tan deseado y que aquella persona no aparezca; reunirte con todos tus amigos y darte cuenta que hay una serie de corazones rotos, como si fuera una reacción en cadena o un efecto domino; y por último, arruinarle el cumpleaños a una de tus mejores amigas, sólo por que el orgullo te dominó y te encuentras enojada con una amiga en común.
Estas emociones son algunas de las que he experimentado en los últimos días (lo que hizo de ésta semana una de las peores en la vida). Pero el problema es cómo afrontar esas emociones, cómo evitar que sigan haciendo un caos tanto en tu cabeza como en el corazón, cómo dejar de tener ese resentimiento al ver a la persona que causó que surgiera esa emoción (tanto buena como mala, o ambas). Estas preguntas muchas veces no tienen respuesta, y se cree que no hay una solución. Aquellas emociones de tristeza y agonía, te pueden dejar caer en un gran lapso de depresión, y en cuanto son más graves los problemas, más grande es la caída.
Sin embargo, la solución no está en aquella persona, en tus amigos o pensar que no podrás obtener ese éxito académico. Todo lo contrario, la solución se encuentra en nosotros mismos. Uno mismo puede detener esa tristeza y decir adiós a la depresión, pero siempre y cuando tengamos nuestro momento de duelo. En mi caso, dormir me sirve para aclarar y pensar las cosas con la cabeza en frio. Dormir, frena ese cumulo de emociones, ayuda a reparar un corazón roto y a pensar, como comúnmente se dice, que “por algo pasan las cosas”. Junto con el dormir, el tiempo también es un gran consejero, y con él, a veces se necesita un poco de alegría. En mi caso, salir con amigos a comer, platicar, ver una película o simplemente salir de compras (shopping) representa una excelente dosis de alegría.
Es por ello que al final de ésta semana tan fea, decidí aceptar a salir con unos amigos y tratar de olvidarme de esas emociones que estaban provocando una guerra campal en mi interior. Por lo que por este momento, mi duelo se está presentando y espero que la próxima semana sea mucho mejor que la media semana tan horrible que pase.
Bueno, finalmente mi cumpleaños no se vio "arruinado" por el susodicho pleito...y todo (o casi todo) se ha ido solucionando!! así que mucho ánimo nena, ya falta poco para terminar el semestre!!!
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